lunes, 12 de agosto de 2013

Me tiraste la hembra p´al piso



María Isoliett Iglesias es una periodista que durante muchos años ha cubierto una de las fuentes informativas más importantes del diario El Universal: Sucesos. Esto le ha dado la oportunidad de escribir la crónica de la violencia, del odio. El hecho de sentir de cerca la impotencia y el dolor reflejados en los ojos vidriosos de los familiares de quienes mueren de manera brusca e inesperada, y que, en cierto modo, buscan postergar la presencia de sus parientes dando a conocer detalles sobre sus vidas, le han dado la oportunidad a esta joven comunicadora de tener una visión humana y particular sobre la violencia en nuestro país.
Como producto de ello, Isoliett Iglesias, junto con otros periodistas de la fuente, crearon un blog llamado http://vocesdelamuerte.blogspot.com. En este espacio publican el producto de sus indagaciones periodísticas, en forma de crónicas, donde el elemento literario asume un rol preponderante. Estos escritos, basados en los hechos violentos que constantemente matizan el día a día de la ciudad de Caracas, o de otros estados del país, responden, en cuanto a su trama y su estilo, a la corriente denominada Periodismo literario, popularizada en Hispanoamérica, entre otros, por el escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez.
En este sentido, Isoliett Iglesias ha participado en foros y seminarios como el de Edmundo Bracho. Asimismo, participó en el 2009 en el taller de Periodismo literario dictado por Héctor Abad Falcioline, auspiciado por La Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.
El proceso creador y esa relación entre periodismo y literatura que María Isoliett Iglesias ha venido amalgamando, han dado como fruto su primera novela: Me tiraste la hembra p´al piso, publicada el año pasado en la colección de novela negra “Vértigo” de la editorial venezolana Ediciones B.
El hilo central de la trama de esta ópera prima de la periodista gira en torno al secuestro de una miss. Los conflictos humanos de poder, la traición, la hipocresía de una sociedad donde la corrupción se agita en los más diversos ámbitos, se tejen como partes de un todo, con maestría y efectividad. Con una tensión que se mantiene hasta las últimas líneas, la novela retrata los entresijos de un país donde los certámenes de belleza son casi un símbolo nacional.
En cuanto a los elementos de la narración, es todo un acierto la manera como la autora construye sus personajes. Así pues, a través de diálogos ágiles, breves, el lector va conociendo la manera de ser y de actuar de estos seres. En muchos casos, con el uso acertado del lenguaje coloquial. Sin duda, una novela crucial en la popularización del género de la narrativa policiaca en el país.