miércoles, 2 de julio de 2008

Destierro

Despierto. La mañana estrena sus tules. Penetra el ámbito de mi alma, ilumina las cortinas y corrige el horizonte. Me decido a vivir, a ser. Sigiloso me sacudo el humo de la noche; sin ti, oh mujer, por quien sucumbí al desvarío y me destierro cada día de mi propia comarca.

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