María
Isoliett Iglesias es una periodista que durante muchos años ha cubierto una de
las fuentes informativas más importantes del diario El Universal: Sucesos. Esto
le ha dado la oportunidad de escribir la crónica de la violencia, del odio. El
hecho de sentir de cerca la impotencia y el dolor reflejados en los ojos
vidriosos de los familiares de quienes mueren de manera brusca e inesperada, y
que, en cierto modo, buscan postergar la presencia de sus parientes dando a
conocer detalles sobre sus vidas, le han dado la oportunidad a esta joven
comunicadora de tener una visión humana y particular sobre la violencia en
nuestro país.
Como
producto de ello, Isoliett Iglesias, junto con otros periodistas de la fuente,
crearon un blog llamado http://vocesdelamuerte.blogspot.com.
En este espacio publican el producto de sus indagaciones periodísticas, en
forma de crónicas, donde el elemento literario asume un rol preponderante.
Estos escritos, basados en los hechos violentos que constantemente matizan el
día a día de la ciudad de Caracas, o de otros estados del país, responden, en
cuanto a su trama y su estilo, a la corriente denominada Periodismo literario,
popularizada en Hispanoamérica, entre otros, por el escritor y periodista
colombiano Gabriel García Márquez.
En
este sentido, Isoliett Iglesias ha participado en foros y seminarios como el de
Edmundo Bracho. Asimismo, participó en el 2009 en el taller de Periodismo literario
dictado por Héctor Abad Falcioline, auspiciado por La Fundación Nuevo
Periodismo Iberoamericano.
El
proceso creador y esa relación entre periodismo y literatura que María Isoliett
Iglesias ha venido amalgamando, han dado como fruto su primera novela: Me
tiraste la hembra p´al piso, publicada el año pasado en la colección de novela
negra “Vértigo” de la editorial venezolana Ediciones B.
El
hilo central de la trama de esta ópera prima de la periodista gira en torno al
secuestro de una miss. Los conflictos humanos de poder, la traición, la
hipocresía de una sociedad donde la corrupción se agita en los más diversos
ámbitos, se tejen como partes de un todo, con maestría y efectividad. Con una
tensión que se mantiene hasta las últimas líneas, la novela retrata los
entresijos de un país donde los certámenes de belleza son casi un símbolo
nacional.
En
cuanto a los elementos de la narración, es todo un acierto la manera como la
autora construye sus personajes. Así pues, a través de diálogos ágiles, breves,
el lector va conociendo la manera de ser y de actuar de estos seres. En muchos
casos, con el uso acertado del lenguaje coloquial. Sin duda, una novela crucial
en la popularización del género de la narrativa policiaca en el país.