jueves, 18 de septiembre de 2008

caleidoscopio

Una mirada desconocida
Roza el borde de una imagen.
Estoy sumergido en un bosque dilatado y turbio,
Entre murallas grises de cristal.
Me aturden las viejas canciones
Que entonan los olvidados y los locos.

Somos topos, gusanos, transeúntes.
Los corazones palpitan sin corazón
Al compás de los relojes,
Somos máquinas, sistemas de uniforme algarabía.

El tiempo es un déspota, un gendarme de la muerte.
Una casa oscura y sola en medio de un desierto
De arenas milenarias…

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