(A mis hijas)
El universo se regocija sobre tu frente
Tu cuerpo es un ánfora
Resplandeciente y cálida
Donde moran las esperanzas y los besos
En forma de latidos
Duermes
Miles de sueños convergen en tus ojos
Entrecerrados
Sutiles
Tus manos descansan como palomas
Tu pecho levita
Tu boca rosa es un punto en el universo
Duermes
Mientras la noche palpita
Y susurra a la distancia.
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