-¡Papá! ¿Por qué la luz no llega? -me miró a los ojos, con ternura. Aún no había anochecido.
-No sé, mita... -me agaché, le di un beso (no pude aguantarme: mentalmente le menté la madre a más de uno... sobre todo a quienes ustedes se imaginan...)
Mi hija mayor se acercó y me comentó que por qué se habían comprado unos aviones... que ella había escuchado que unos aviones rusos habían llegado al país... que entonces por qué no arreglaban primero lo de la luz... que ahora cómo iba a terminar el trabajo de... Sólo atiné a decirle que habían cosas que muchos no entendiamos de este gobierno, así como tampoco pudimos entender a los gobiernos anteriores... luego le dije que lo de la luz pronto lo arreglarían...
-Pero ¿cuándo, papá? -sus ojos infantiles se posaron sobre los míos, con un destello de incredulidad- Por cierto... ¿Cuánto puede valer un avión de esos?
-No sé... me imagino que un dineral...-Al cabo, busqué la portátil, que por suerte tenía algo de carga, y me puse a escribir esto...
(Dedicado con profundo respeto y admiración a los personeros gubernamentales que supuestamente lo dan todo por la construcción del socialismo del siglo XXI, jejejejeje)
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