A veces juego con tus cabellos. Con los vientos alisios que nacen tras la cascada, cuando caminas, con el cabello suelto y la calle no existe . Invento tornados inofensivos, ventiscas de dulce vaivén, y en el centro tú, ombligo del mundo. A veces juego con tus cabellos, de oro pulido, de nácar, de sol, de hoguera tempestuosa, a allí mis manos, en el centro del mundo...
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