lunes, 19 de julio de 2010

Los juegos de Francisco Massiani

La obra literaria de Francisco Massiani es considerada por muchos lectores y críticos especializados como una de las más singulares de la historia de la literatura venezolana. En 1968, cuando el escritor contaba con apenas 23 años de edad, la Editorial Monte Ávila publicó Piedra de Mar, una novela que junto a País Portátil de Adriano González León, y las obras de Salvador Garmendia y Renato Rodríguez, constituyen parte esencial de la renovación de la narrativa venezolana de las últimas décadas.
En Piedra de Mar, se presenta el mundo de discordias, esperanzas y sueños de un grupo de adolescentes, en medio de una atmósfera urbana y natural, reflejo fidedigno de esa generación de los años sesenta, símbolo de rebeldía e irreverencia ante un mundo caótico y superficial. El protagonista escribe una especie de diario en el que además de ir contando lo que le sucede, va dando a conocer sus reflexiones acerca de la escritura.
La ópera prima de Francisco «Pacho» Massiani resquebrajó muchas teorías y preceptos literarios y abrió una senda prodigiosa que desde entonces ha influido en el proceso creativo de las nuevas generaciones de narradores venezolanos. En ésta convergen personajes de profunda humanidad como Corcho, Carolina, Marcos o Lagartija, chicos de ciudad, atrapados por sus miedos y expectativas.
Con un tono y una oralidad caracterizada por un coloquialismo poético sin precedentes, diálogos dinámicos y muy caraqueños, Massiani va construyendo un mundo transparente y vital, que sin duda determina el estado de los seres, quienes a su vez van delineando los ambientes donde convergen sus relaciones y actitudes. El amor, esa vorágine de sentimientos y elucubraciones infinitas, el despertar a una sensualidad de mitos y veredas furtivas. La amistad, el desasosiego, la alegría de vivir, las rocas, el mar, la eterna playa en que se desnudan la piel y el sentimiento más sensato e ineludible.
La lectura de Piedra de Mar te hará cómplice silente de un amasijo de episodios increíblemente ciertos, en que recordarás que la adolescencia no es tan solo un estadio del desarrollo biológico, sino un periplo único y determinante en la concreción de lo que somos, de lo que seremos. Francisco Massiani nació en Caracas en 1944. Poeta, cuentista, dibujante, viajero irreductible. Entre sus obras encontramos: Piedra de mar, Las primeras hojas de la noche, El llanero solitario tiene la cabeza pelada como un cepillo de dientes, Los tres mandamientos de Misterdoc Fonegal, Un regalo para Julia, Con agua en la piel, Señor de la ternura (poemas, 2007), entre otras.

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