miércoles, 25 de abril de 2012

poema


La luna no volverá por nosotros
Ni el cielo vendrá a cosechar nuestras últimas lágrimas,
Ni siquiera el sollozo de los cuerpos
Vibrará en la clara estancia
Donde aún se agitan los espejos

En la ahíta noche del corazón
Cuando más te pienso
Y finjo una sonrisa de media cara
Como para apaciguar
El rictus desapacible de tus labios,
Tus formas lumínicas adosadas a la espalda del recuerdo
Merodeando los tejados del alma
Como una gata sigilosa y pertinaz

No volverá el viento a resoplar en los jardines,
Para que tú no vuelvas vestida de verano…

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