Un encuadre, una imagen, el uso de la luz, el sonido, los efectos especiales, la construcción narrativa de una historia mediante la yuxtaposición de planos, son los ingredientes fundamentales que pueden hacer de una puesta en escena toda una obra de arte, que seduce y genera en el público un enternecimiento de alcances ilimitados, un desbordar de emociones, una ventana inefable a lo inaccesible de la vida.
En efecto, el cine constituye en la actualidad uno de los medios de comunicación más importantes, pues éste aglomera diversas artes y ciencias, tales como la literatura, la pintura, la arquitectura, la informática, entre otras. Una de las características del lenguaje cinematográfico es que éste es exclusivamente audiovisual, en el que intervienen diversas técnicas y elementos que constituyen un mensaje trabajado y estructurado de manera consciente. En efecto, la información transmitida por un film, es el resultado de la fusión de los elementos cinematográficos que confluyen en el “lenguaje audiovisual”.
El lenguaje audiovisual utiliza como medio de expresión los siguientes elementos: El espacio fílmico, el ritmo fílmico, el tiempo fílmico, la escala fílmica, luz fílmica, la luz fílmica, el movimiento fílmico, el sonido fílmico, el tono y el color fílmico la estructura narrativa fílmica y los ángulos.
Cuando nos apoltronamos a observar una película, estamos próximos a acceder a una realidad contada desde una óptica específica, una historia, que por más fantástica que pueda ser, es parte de nuestra realidad. El cine nos instruye, nos lleva a reflexionar, en muchos casos, sobre los principales problemas y preocupaciones del hombre contemporáneo. El cine nos permite instantes de sosiego, de paz, de algarabía y emoción.
Una buena película es como un libro abierto, en el que podemos reflejarnos. De allí la importancia de apreciar la utilidad del llamado séptimo arte, en el crecimiento intelectual y personal de los individuos. En el campo educativo, por ejemplo, el cine puede llegar a ser una herramienta formidable. En todas las áreas o asignaturas se puede emplear una película, como apoyo o refuerzo de aprendizajes, incluso como espacio para el encuentro y la camaradería.
En una oportunidad, utilicé la película El cartero de Neruda como apoyo al momento de explicar lo relacionado con los recursos expresivos del lenguaje, obteniendo excelentes resultados. Querer es poder. Lo importante es planificar muy bien este tipo de actividades educativas. A veces pienso que gran cantidad de docentes, subutilizan muchos de los recursos tecnológicos con que contamos actualmente, lo cual es una situación bien lamentable, que es preciso transformar.
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