Escribo sentado en un viejo pupitre, lo único que pudimos salvar... Eran como las dos de la madrugada. Tuve mucho miedo. La lluvia no cesaba y mi papá comenzó a gritar nuestros nombres... A mi lado dormía Esther, estaba como muerta del sueño; luego no sé qué pasó...
El año pasado fue lo mismo. Pero la casa de nosotros no sufrió tanto. Recuerdo que la de Pedrito fue invadida por las aguas y que perdieron muchas cosas... Orejas se murió, pobre perro. Pedrito lloró mucho, todavía lo recuerdo.
Amaneció. El cielo está gris, el sol no se ve...
Mi papá estuvo llorando; lo sé por sus ojos...
Esther no sé que se hizo... y sigue lloviendo...
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